«Los seres humanos que en sus vidas trascienden y actúan desde sus «pequeños» recursos, sueños e intenciones de Paz y Amor, consiguen contribuciones mas significativas para la historia de la humanidad, que las acciones de los países y retóricas de sus «líderes» a lo largo de la historia.» (J.Cruz D.I.O.T 12/09)
» De la crisis se sale cuando desde la creatividad humana se continua compartiendo, valorando, reinventando lo que se tiene y se mantiene con fuerza la ilusión e intención para transformar la realidad.» (J.Cruz D.I.O.T 12/09)
Nuestro más profundo miedo no es que seamos inadecuados.
Nuestro más profundo miedo es que somos poderosos más allá de lo medible.
Es nuestra luz, no nuestro lado oscuro, lo que más nos asusta.
Nos preguntamos ¿quién soy yo para ser brillante, espléndido, con talento y fabuloso?
Es realidad ¿quién eres para no serlo?
Eres un hijo de Dios.
Tu pequeño juego no le sirve al mundo.
No hay nada ilustrado e iluminado en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras alrededor tuyo.
Hemos nacido para manifestar la gloria de Dios que está dentro nuestro.
Dicha gloria no sólo está en alguno de nosotros: está en todos.
Y al dejar que nuestra luz brille, inconscientemente damos permiso a otros a que lo hagan también.
Si nos liberamos de nuestro propio miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.
Debemos cambiar la forma de actuar en el mundo, están naciendo pequeños líderes que siendo niñ@s dan lecciones de convivencia y solidaridad a los responsables adultos, en Conferencias Internacionales, para hacer algo por nuestro mundo como Severn Suzuki con 12 años en 1992 en la Cumbre de Medio Ambiente y Desarrollo «The Earth Summit», celebrada por la ONU en Río de Janeiro.
“Mientras occidente sigue con el pie en el acelerador, el mundo se precipita hacia el abismo”. A principios de el mes de septiembre pasado, Ban Ki Moon, secretario general de las Naciones Unidas lo declaró públicamente tras visitar el Círculo Polar Ártico con científicos
» Estas aquí para posibilitar el despliegue del propósito divino en el Universo.
¡ Eres así de importante!».
Eckhart Tolle
