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03 nov

Ecoansiedad: cuando el colapso climático produce depresión. Colaboración reportaje Diario Publico. 30 Octubre 2019

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La crisis climática está derritiendo los polos, extinguiendo especies, colapsando ecosistemas, enturbiando los aires de gases contaminantes, provocando conflictos humanitarios y dando pie a pugnas por el control de unos recursos cada vez más escasos. La situación de emergencia es total. Los efectos del calentamiento global se extienden como un cáncer sin dejar ni un poso de naturaleza inmaculada. Pero las consecuencias del antropoceno –una época geológica marcada por los impactos del ser humano en la naturaleza– también llegan a las mentes, que se ven acorraladas por una suerte de ansiedad que nace de la mezcolanza de miedos y frustraciones ante el colapso de la vida que anuncia la ciencia.

El conocimiento de la encrucijada climática y el estudio intensivo puede suponer, si no hay un tratamiento emocional oportuno, un problema para la salud mental de aquellas personas que guardan un cierto apego con la naturaleza y los entornos. Tanto es así, que el pasado mes de septiembre los científicos británicos Timothy A.C. Gordon, Andrew N. Radford y Stephen D. Simpson publicaron una carta en la revista Science en la que reclamaban apoyo psicológico para poder digerir los resultados negativos de algunas de sus investigaciones.

“La ilusión generalizada de que los científicos deben ser observadores desapasionados está peligrosamente equivocada. Por el contrario, el dolor y la recuperación postraumática pueden fortalecer la resolución e inspirar la creatividad científica. Para comprender y encontrar soluciones para nuestros ecosistemas naturales cada vez más dañados, los científicos ambientales deben poder llorar y recibir apoyo a medida que avanzan”, escribían los expertos.

«Te sientes muy pequeño, sin capacidad de hacer nada»

Esta situación, no obstante, no se restringe sólo a personas vinculadas a la ciencia y al estudio académico del cambio climático. La creciente ola ecologista ha provocado que la ecoansiedad también afecte a la salud mental de algunas personas concienciadas con el devenir del planeta. “Te sientes muy pequeño, sin capacidad de hacer nada”, expone Paula Mancebo, una joven de 20 años que se ve atosigada por un sentimiento depresivo fruto de la coyuntura ecológica del momento. “Tengo épocas de no poder dormir y tener pesadillas sobre el tema”, añade.

En cierta medida, ese desasosiego emocional va ligado una sensación de frustración debido al escaso poder de las acciones individuales. “En mi caso va asociado a un fuerte sentimiento de culpa, especialmente cuando hay una noticia de una catástrofe natural o aprendo algo nuevo sobre el tema”, explica esta estudiante, que ha visto en la creciente movilización social climática una buena válvula de escape.

«La ecoansiedad es el temor crónico a la destrucción ambiental. Se produce por el alto nivel de estrés que genera la pérdida de biodiversidad, la pérdida de especies y recursos como consecuencia de la contaminación ambiental. Estas personas desarrollan una mirada empática sobre las repercusiones que tendrán sus acciones sobre la vida de las siguientes generaciones», explica a Público Juan Cruz, psicólogo clínico del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

Alejandro Martínez, uno de los portavoces de Fridays For Future (FFF) también reconoce padecer una congoja emocional derivada de la incertidumbre climática del momento. “Los mayores picos de ansiedad vienen en ese momento en el que leo algún informe o algún reportaje y contrasto con la falta de voluntad política para buscar soluciones”, argumenta, para describir la aflicción como “una especie de opresión” que dice sentir “de una forma muy continuada”.

La actuación a nivel individual puede convertirse en un buen remedio contra esta especie de estrés constante. «Transformar la ansiedad en pequeñas acciones que permitan cambiar lo cotidiano puede ser algo útil», puntualiza Cruz.

Protestas contra la crisis climática y la inacción política en Bélgica. REUTERS/Francois Lenoir

Más calor, más suicidios

Las acciones del ser humano sobre la tierra, supeditadas al uso constante de combustibles fósiles, están provocando un aumento de las temperaturas de la Tierra. Sin embargo, la subida de los termómetros globales no sólo está empezando a desvelar repercusiones materiales y físicas, sino que también empieza a causar estragos en la salud mental.

Así lo refleja una investigación científica publicada por la revista Nature que refleja cómo las subidas de temperaturas guardan una relación con un aumento de la tasa de suicidios (del 0,7% en los condados de EEUU analizados y del 2,1% en las regiones mexicanas estudiadas).

El aumento de los termómetros supuso un aumento de los suicidios del 2,1% en México

Aunque se trata de cifras difícil de vincular, los análisis de esta investigación reflejan también cómo durante los meses en los que el calor incrementa los comportamientos sociales, estudiados a través de comentarios en las redes, se tornan más pesimistas. ”El análisis del lenguaje depresivo en más de 600 millones de actualizaciones de redes sociales sugiere que el bienestar mental se deteriora durante los períodos más cálidos”, defiende el estudio.

Las depresiones y los picos de estrés se podrían convertir en un problema social cada vez más común como resultado del incremento de catástrofes naturales que traerá consigo el cambio climático. Aunque los suicidios por causa del aumento de las temperaturas son una de las consecuencias más estudiadas por los expertos, la lista de elementos traumáticos es bien grande. Entre ellos, la psicóloga Susan Clayton cita en un reciente artículo los efectos que las migraciones forzadas pueden tener en las mentes, además de los conflictos emocionales ligados a la falta de acceso a los recursos naturales.

Esta es una realidad importante, si se tiene en cuenta el último informe de las ONU que estimaba que el cambio climático y la subida de los niveles del mar podría obligar a cerca de 1.500 millones de personas a verse desplazadas de sus territorios.

Tejer mecanismos de resiliencia

La realidad de la catástrofe se presta difícil de afrontar y, en ocasiones, la ciudadanía recurre al zapping cuando los huracanes desolan ciudades costeras y se dedica a pasar con desgana las páginas que recogen los últimos informes científicos. En cierta medida, esta evitación de la realidad climática ha llevado a las sociedades a entender los fenómenos meteorológicos como problemas aislados y disociados de las acciones globales de los seres humanos, tal y como denunciaba Naomi Klein en La doctrina del Shock.

Esta otra práctica, la de negacionismo, se asocia a un mecanismo de “indefensión aprendida”, según explica Miguel López-Cabanas, doctor en psicología. “Hay un cierre perceptivo del riesgo, que es lo que pasaba con el tabaco hace muchos años”, expone el experto. “Se puede producir el fenómeno de ansiedad si ese riesgo se ve que es tan elevado y no se puede hacer nada para evitarlo”, añade.

Un manifestante lee un periódico falso con el titular: 'No se preocupe, todo va bien. Ignorancia es felicidad'. REUTERS/Henry Nicholls

Un manifestante lee un periódico falso con el titular: «No se preocupe, todo va bien. Ignorancia es felicidad». REUTERS/Henry Nicholls

En ese sentido, se debe trazar un eje de actuación que permita evitar la caída en el negacionismo, pero que también sea capaz de que los individuos no se sientan desbordados por un problema tan multidimensional como el cambio climático. Así lo entiende este experto en psicología social, que pone énfasis en la necesidad de desarrollar resiliencia para amortiguar el impacto emocional que puedan generar los cambios provocados por una crisis climática cada vez más irreversible.

«Es preciso que se que se den todos los datos reales y las proyecciones de los mismos, pero también hay ofrecer alternativas para fomentar conductas de afrontamiento. Eso se desarrolla informando, formando y empoderando a la población», comenta.

«Hay que tener el pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad», zanja citando a Gramsci.

FUENTE  Publico.es

Alejandro Tena, periodista de Público me ha invitado a colaborar en un reportaje suyo relacionado con el cambio climático y la salud mental. En concreto sobre la denominada ecoansiedad y cómo afecta psicologicamente el cambio climático a personas concienciadas con el medio ambiente. La preguntas que me plantea son

  • ¿Cómo puede repercutir en la salud mental de las personas el ?
Según la Asociación de psicología americana la ECOANSIEDAD es el temor crónico a la destrucción ambiental”
Y se produce en las personas que lo padecen por el alto nivel de estrés que les genera la pérdida de biodiversidad , de las especies y de recursos como consecuencia de los problemas climáticos y la contaminación medio ambiental, a nivel global y desde una mirada empatica a las repercusiones que tendrá para la Vida de las próximas generaciones en la tierra.
Y realmente desde la definición  de la salud mental de la OMS como «Estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».
Él bienestar de millones de personas en el mundo está muy por debajo de cubrir las necesidades básicas y según los científicos esta situación se podrá agravar de no tomar medidas. Salud Pública Es urgente eliminar la separación entre la salud humana y la salud del planeta
  • La evitación de conocer el problema ( por ejemplo, apagar la televisión o cambiar de canal cuando hay noticias relacionadas con catástrofes provocadas por el cambio climático) ¿puede tener repercusiones en la salud mental?
El miedo es una emoción natural que se produce como mecanismo de adaptación al vivir situaciones amenazantes o percibir dichos estímulos externos como imágenes o noticias y también subjetivos al imaginar o pensar que puedan ocurrir situaciones negativas.
En las personas con altos niveles de preocupación y sufrimiento la evitación como mecanismo de adaptación frente al sufrimiento intenso puede servir como mecanismo ajustado para que no aumente la respuesta de estrés a nivel mental emocional y fisiológico elevando los niveles de cortisol y adrenalina de manera continuada que están relacionados con los estados de ansiedad.
Por el contrario las noticias que ADEMÁS plantean soluciones medioambientales, recursos y dan respuesta positiva a las Catastrofes climáticas generan emociones positivas , confianza y bienestar mental esperanza !!!
Por ello Habría que diferenciar entre evitación a conocer el problema que en la situación actual sería una negación de la situación climática que está ocurriendo y que impide actuar al igual que las reacciones catastrófistas
  • ¿El hecho de que sea un problema grande que escapa a soluciones individuales puede ser un factor determinante para la aparición de ansiedad en determinadas personas?
Hay necesidad de soluciones político Economicas y sociales pero si se piensa que también es posible ACTUAR a nivel individual , elevando el nivel de consciencia MEDIOAMBEINTAL , que transformen la ansiedad en pequeñas acciones de lo que es posible cambiar en el entorno a nivel de reciclaje de consumo más sostenible y unirse a iniciativas que contribuyan a mejorar la situación haciendo q el cambio no siga a más , ayuda a salir de la impotencia y frustración desde la confianza y esperanza
  • Algunos científicos que investigan el cambio climático han reclamado en la revista Science apoyo psicológico desde las instituciones para poder aceptar la situación climática actual ¿Cree que es necesario?
Tres investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido) . Han propuesto, en una carta que se ha publicado en «Science», que los científicos que contemplan la destrucción del mundo natural tengan derecho a «llorar» y a expresar su dolor.
«Estamos registrando la destrucción de los ecosistemas más valiosos y enfermos de la Tierra, y es imposible desligarse emocionalmente de ello»,
A los expertos en medio ambiente, q pueden llegar a tener estrés y fatiga emocional . Al igual q a profesionales de emergencias y d ela salud les ayuda participar en grupos de ventilación emocional en el ámbito profesional para permitirles canalizar su dolor y desarrollar estrategias resilientes para frontarlos . Creen que esto sería de ayuda para superar esas situaciones y quizás, incluso, llegar a sacarle provecho.

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