Tóxicidad social, crisis y antidotos

Los profesionales de la salud desde el campo de la psicología estamos comprobando que cada vez mas ciudadanos y familias necesitan apoyo, como consecuencia de las situaciones estresantes derivadas de esta  crisis por aumento de desempleo, pobreza y dificultades económicas. Estamos expuestos a situaciones altamente tóxicas PULSAR  desde un punto de vista emocional que  van afectando en mayor o menor medida a personas de todas las capas sociales y desgraciadamente el problema va en aumento La demanda de atención psicológica aumenta y las subvenciones disminuyen PULSAR  

Desde hace tiempo la OMS insiste en la importancia de proteger la salud mental en tiempos de crisis PULSAR , avisando de las repercusiones que todo ello tiene en la salud mental de la población y otros estudios sobre la incidencia de la crisis economica en la salud PULSAR

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 Es necesario detectar los que considero  son alarmantes focos de alta toxicidad:

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asociaciones+.jpg Los recortes que viven organizaciones y asociaciones que trabajan para  personas y colectivos en exclusión social (ver noticia completa), hacen que los efectos de la crisis se agraven al dejar desprotegída a la población desde la infancia a personas muy mayores y dependientes, hay Asociaciones de discapacitados que anuncian cierres por los impagos    con mas de 40 años de apoyo a la sociedad y que no deberían sufrir las consecuencias de una crisis que no han creado.    .                                                                   . En el entorno laboral el aumento de la violencia y acoso laboral,  junto a la barra libre de  despidos  y lo que denomino «despido expres» en el plazo de un día que están sufriendo tanto  ejecutivos, mandos intermedios como trabajadores, a los que tengo que apoyar, y diferentes sectores sociales. Algunas de estas empresas recurren incluso a medidas  para evitar suicidios por estrés laboral Un telefono para evitar suicidios, paradógicamente a través de otras empresas pero de riesgos laborales . Espero que las ultimas reformas laborales  eviten estas situaciones y generen medidas correctoras para evitar estos niveles de toxicidad.                                                                         . Los medios de comunicación y políticos que están trasmitiendo diariamente dosis de noticias ciclotimicas  al alternar el falso  positivismo y optimismo, con un desesperanzador pesimismo y negativismo culpabilizante. Toda esta información cargada de incentidumbre y  drásticas medidas que nos intentan convencer son contra la crisis, poco a poco cala  en nuestras mentes de ciudadanos y va creando una peligrosa adaptación o anestesia  emocional frente a los altos niveles de incertidumbre, estrés, miedo, desesperanza  y frustración que generan.                                        La exposición continuada a estas dosis progresivamente mas tóxicas generan una adaptación del psiquísmo para evitar el malestar y poder asumirlo, con lo que se consigue acostumbrarnos a vivir como normal dosis cada vez mayor de restricción y recortes.




Y generar antídotos contra los tóxicos , como decía desde el artículo en el que colabore Atención «personas toxicas»

Para el psicólogo Juan Cruz hay antídotos para este virus que infecta las mentes de muchas personas que están en contacto con un entorno laboral o afectivo poco saludable:
Detectar: Une medida para desintoxicarse es precisamente entrar en contacto con el veneno inoculado por el exterior o por ti mismo. «Hay que detectar la toxicidad para poder salir de ella. No escapar sino hacerle frente. Sólo gracias a esa toma de conciencia como observador externo el lóbulo frontal se activa y genera calma», explica Cruz. Adaptarse: Aunque la situación sea muy tóxica, se pueden desarrollar estrategias para poder adaptarse a ella. Es decir, tenemos la capacidad de aprender a descodificar la misma información de diferente manera. E incluso transformar desde el optimismo la situación. Abstracción: Todos somos libres de ‘cerrar la ventana’ de nuestra mente al ruido del exterior. Aunque nos bombardee con mensajes letales, tenemos la capacidad de protegernos y cerrar las compuertas de nuestra mente a esa información. Autoestima: Potenciar los recursos que cada uno tiene, realizar actividades que refuercen nuestras aptitudes y habilidades, buscar nuevos entornos más salubres donde se aprecien nuestras cualidades. Relaciones sociales: Cultivar los vínculos afectivos verdaderos y las relaciones sociales basadas en valores. Fomentar la interdependencia y una buena red de amistades. No al victimismo: Abandonar la autointoxicación, ese diálogo interior que repite una y otra vez los mismos mensajes negativos sin ofrecer nunca una salida. Solidaridad: Hacer cosas por los demás o implicarse en proyectos solidarios es una buena forma para salir de uno mismo y su propia ‘desgracia’. Además, ayudar a otras personas que sufren es bueno para relativizar. Abandonar: En ocasiones, sobre todo cuando las consecuencias afectan a la salud, hay que abandonar las situaciones contaminantes. Pero no es una derrota porque, a veces, para sobrevivir en un entorno tóxico, hay que convertirse en un ser tóxico. Y ese es un precio demasiado alto. Hay momentos en que una retirada a tiempo es una victoria.